Sombría presencia envuelta en silencio
que abriendo sus ramas mi llegada aguarda,
recorro a tus brazos un túnel del tiempo,
dejando los lagos y las tierras árticas.
Oyamel querido de folios desnudo,
ya no eres arbusto ni yo soy crisálida,
pero aún cubrir quiero tu ramaje oscuro,
de hojas otoñales: mis trémulas alas.
Es un largo viaje, llegar pronto espero
para hacer tu estío primavera cálida,
un viento en tu bosque deshará mis pétalos,
y tendrás alfombras en ocre y naranja.
Por eso vigila si la luna es de oro,
si Orión por el Norte salió a darle caza,
vete preparando, oyamel de otoño,
la savia y la fronda para tu monarca.
Porque no eres aire que lleva mis alas,
eres tú las alas que llevan mi aire,
y no eres mi sangre que destila versos,
¡Verso puro eres destilando sangre!
1 comentario:
Es hermosisimo!
Publicar un comentario